Japón es un país de extremos y también de armonía, de historia antigua y alta tecnología, de la fusión de Occidente con Oriente.
Estos contrastes dan como resultado un país muy interesante para visitar.
Nombre Oficial |
Japón |
Capital |
Tokyo |
Extensión |
377.864 km2 |
Población |
127,9 millones de hab. (2.005) |
Documentación |
Se requiere pasaporte con una vigencia de seis meses desde la entrada en el país. |
Idioma |
Japonés |
Moneda |
Yen (¥) |
Zonas Horarias |
GMT+9 |
Voltaje |
100v CA, 60Hz en el oeste (Osaka) y 50Hz en la parte oriental de Japón y en Tokio.
Los enchufes son de dos clavijas planas. |
Japonés básico
konichiwa = hola
arigato = gracias
sumimasen = perdón, lo siento
onegai shimasu = por favor
hai / iie = si / no (no se usa casi nunca)
gomen nasai = lo siento
ja mata = adios
eigo ha wakarimasu ka = ¿entiendes inglés?
wakarimasen = no entiendo
kore= ese (muy util para decir mientras señalas algo del menú)
iranai = no lo quiero, no lo necesito
mizu = agua
biru= cerveza
ichi / hitotsu= uno
futatsu= dos
biuro o futatsu = dos cervezas
agua por favor = mizu onegai shimasu
ikura desu ka = ¿cuanto es?
watashi no namae ***** desu = mi nombre es *****
yoroshiku = encantado de conocerte
oyasumi = buenas noches
ohayo = buenos dias
toire wa doko desu ka = ¿dmósnde está el cuarto de baño?
eki wa doko desu ka = donde esta la estacion de tren?
michi ni mayoimashita, tasukete kudasai = me he perdido, ayudame (a continuación enseñad un mapa)
Sayonara = Adios
Ja mata = Nos vemos
Buenos días = Ohayo gozaimasu
Buenas tardes = konnichi-wa
Buenas noches = konbanwa
por favor = dozo (ofreciendo o invitando a alguien a algo..asiento p.ej.)
arigato gozaimasu = gracias (más formal)
arigato = gracias (se emplea más - menos formal)
domo = gracias
domo arigato = gracias
gomen kudasai = en tiendas para llamar la atención
irasshaimase = Bienvenido (a tiendas, restaurantes) sin respuesta
wakarimasen = no entiendo
nihon wakarimasen = no entiendo japonés.
Muchas personas le preguntan al camarero: "osusume wa?" (¿Cuál es su recomendación?) y se dejan guiar por alguien que seguramente habrá probado todos los platos del restaurante y además varias veces.
Pero básicamente yo he usado estas 4 palabras durante el viaje, el resto en Inglés y por gestos :
Sumimasen = tal cual, la debes usar para llamar la atención por ejemplo cuando quieres preguntar algo a alguien o para pedir disculpas.....eso si ni se te ocurra tocar a nadie....simplemente para ellos no está bien visto el contacto físico así que ya sabes nada de tocar a nadie....
Arigato gozaimasu = que se pronuncia arigato gozaimasssss con s final larga o al menos me ha parecido a mí....y la reverencia de rigor.
Ohayo : Buenos días....pero se pronuncia ohaio.
Biru : Cerveza
Comentario personal
A pesar de los incidentes derivados de viajar en grupo y el tema de aeropuertos este viaje ha sido fantástico y el país es una maravilla. Esa red de transportes hace que visitar japón sea sencillo a pesar de la barrera del idioma, la cordialidad de la gran mayoría de la gente hace que la experiencia del turista sea inmejorable.
En cuanto a ir o no en viaje de grupo/organizado...visto lo visto y por la experiencia que he tenido con este viaje yo te recomiendo que te lo hagas a tu aire...nada de intermediarios...yo este año por comodidad opte por el viaje en grupo organizado por portaljapon.com (meramente por el tema del hotel y los billetes, nada que ver con ahorrarte dinero visto lo visto...simple comodidad) y la verdad no he acabado del todo contento, creo que ha faltado experiencia y responsabilidad....si optas por ir en un viaje organizado porque no te atreves....adelante, pero ante todo busca alguien profesional y de confianza...aunque como está el patio la cosa está muy complicada... como dijo el otro 'que la fuerza te acompañe.....' y eso si, pillate el Japan Rail Pass mis 2500 Km de tren en Japón atestiguan que es una de las mejores compras que he hecho para ir a Japón.
Personalmente recomiendo este viaje a todo el mundo, en el puedes combinar las visitas culturales en la zona de Kioto o los alrededores de Tokio con las salidas por Tokio propiamente y sus moles de cemento. Esos contrastes tan enormes no te dejaran indiferente y hacen que te asombres a cada momento en un país tan lleno de cosas por descubrir tan distinto al nuestro y a nuestra cultura....si estás pensando ir a Japón...no lo pienses más....vete para allá porque seguro que lo vas a disfrutar.
Días 8 y 9 de agosto. España - Tokio.
Las conexiones de avión hasta destino son: Málaga - Madrid - Amsterdam - Tokio.
Bueno hoy es el día. Sí, nos vamos a Japón..., a ver que nos encontramos.
Salimos en el primer vuelo Málaga - Madrid. Llegamos sin contratiempos a Madrid donde recogemos el equipaje y nos vamos a la zona de facturación y allí nos sentamos, nos quedan varias horas por delante de espera ya que no nos la hemos querido jugar y hemos querido llegar con tiempo.
A las 11h empezamos a ver gente del grupo, bueno al principio sólo lo adivinamos por pequeños detalles. A las 12:30h nos ponemos en cola para facturar el equipaje y allí nos encontramos con la peña que va al viaje.
Ya en el avión, salimos casi una hora más tarde porque un pasajero ha facturado las maletas y no se ha presentado, así que las tienen que sacar. Nos va tocar correr de lo lindo ya que el vuelo a Amsterdam sale muy justo de tiempo.
Al llegar nos esperan de la JAL porque sino no llegamos, la puerta de salida está en el otro lado de las terminales del aeropuerto, que por cierto es enorme. Tras pasar un control de pasaporte nos vamos corriendo como locos hasta la puerta de salida del vuelo a Tokio.
Allí volvemos a pasar el equipaje de mano por seguridad, aleatoriamente registran a alguien a fondo y, como no, me toca a mí. Bueno, gajes del oficio, que se le va a hacer.
Vale, ya estamos en el avión y allí ya está el resto del grupo que viene de Barcelona. Casi nos daban por perdidos, uffff!
Doce horas de avión a Tokio. Llegamos y pasamos por los tramites de inmigración, por cierto bastante largos y severos, además de la inspección de equipaje. Sin problemas, estamos en la salida los primeros y nos están esperando. Salimos fuera de la terminal, calor y humedad a tope, al bus y para el hotel.
No me acordaba del calor que hace en Asia en Agosto pero la verdad creo que lo pasé peor el año pasado en Vietnam, espero que mejore.
De camino al hotel paramos en la universidad de Tokio, la verdad no se para que, pero nos dejan 10 minutos para dar una vuelta. Previamente nos advierten que 10 minutos en Japón son 10 minutos, no como en España que son 10 ó 20, jeje!
Sólo llevamos una guía, y vamos dos buses. Resultado: dejan a 5 personas tiradas en medio de Tokio, eso sí, sin pasta, documentación y ala! a buscarse la vida... la primera en la frente.
Llegamos al hotel subimos a la habitación y, sí, totalmente japonesa. Tatami y futón, no demasiado grande para tres personas porque la filosofía del viaje es: vamos en grupo para que salga algo más económico y claro alguna contrapartida tiene que tener. Bueno, total, sólo pararemos a dormir allí. El hotel en sí, bien. Internet gratis, baños japoneses en la última planta y sala para descansar un rato, no está mal.
Podría estar mejor situado pero no me quejo, está cerca de Akihabara, el barrio de la electrónica de Tokio, esto promete...
Ala, a dormir!, que venimos reventados y mañana empieza esto... :)
Día 10 de agosto. Tokio Ciudad
Me voy hoy de tour organizado a la Torre de Tokio, pasamos por Ginza, Palacio Imperial y Asakusa.
Primera parada la Torre de Tokio.
Hace calor pero no tanto, subimos al mirador más alto de la torre...las vistas son impresionantes, pero el sobreprecio no vale la pena....el mirador en la planta inferior tiene las mismas vistas....
Hay bruma y no se si es por el tiempo o por la contaminación, desde el mirador se puede ver todo Tokio. Hay un panel electrónico táctil que te enseña las vistas, de día y de noche, y te indica los barrios que se ven desde esa vista del mirador.
Una vez visto el mirador bajamos a las plantas inferiores donde hay tiendas y salas de entretenimiento, eso si solo en perfecto japonés... Hacemos las primeras compras, básicamente para cambiar los billetes de 10.000 yenes que llevamos encima....
Salimos y nos llevan hacia el Jardín del Palacio Imperial. |
Torre de Tokio
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Palacio Imperial
Jardín del Palacio Imperial |
Aparcan el bus y la guía nos lleva al Palacio Imperial, bueno eso es un decir, la parte que te dejan ver, un parque, un puente (Meganebashi) y una de las puertas de entrada al palacio.
Este sólo es accesible dos veces al año, en el cumpleaños del emperador y en año nuevo.
La verdad es que hay mucho que destacar. El parque que hay al lado nos pone en contacto con Tokio y la banda sonora que nos acompañará durante todo este viaje: el sonido de la chicharras, chicharras que son atronadoras, no os podéis hacer una idea de lo alto y constante que son en todo Japón.
Vuelta al bus y para Asakusa. Ahora si empieza a apretar el calor. |
Y es aquí cuando entramos en contacto con otra de las verdades universales en Japón. En Japón hay tres constantes: una son los japoneses, otra las chicharras y la tercera las máquinas de venta de bebidas, hay miles y miles,
de todas las clases y te venden todo tipo de bebidas, eso sí todas profusamente surtidas y en perfecto estado. No vimos una averiada en todo el viaje y en sólo un caso o dos les faltaba algo del surtido de bebidas y fue porque nos liamos todos a sacar la misma bebida de la máquina.
A lo largo del viaje entenderíamos el porqué de tanta máquina y lo útil del uso del invento en este país. Dios que calor! y que bien poder pillar una botella de agua fresca en cualquier sitio. Algunas cosas los japoneses las hacen realmente bien, si señor.
Asakusa
De paso a Asakusa vemos, desde el bus, Ginza, el barrio más fashion de Tokio. Ya habrá tiempo para ir por allí.
Llegamos a Asakusa y entramos al complejo por la puerta de Nitenmon. Que es la única original que queda y que está construida en madera, el resto está hecha de hormigón. |
Sensoji, Asakusa
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Damos una vuelta por el complejo. Entramos en el edificio del templo Sensoji y vemos la pagoda de cinco pisos del complejo. Paseamos por la Nakamise Dori que es una calle con cientos de tiendas donde puedes comprar casi de todo, desde comida a recuerdos típicos. Subiendo por ella llegamos a Kaminarimon (La puerta del Trueno), la puerta exterior de Sensoji y una de las vistas más populares del Japón tradicional.
Vamos a comer. Cuando terminamos volvemos al templo para finalizar la visita. Damos un paseo por las calles laterales de Nakamise-Dori para volver al templo y estar por allí un rato.
Una cosa curiosa es que algunas de estas calles están cerradas con una especie de toldos que da la sensación de que tienen aire acondicionado o al menos que favorece la circulación del aire ya que la temperatura es menor que en el resto de las calles.
Un poco cansados buscamos donde sentarnos pero estos japoneses no ponen un banco para sentarse ni de broma así que donde podemos descansamos un rato al fresco esperando la hora para volver al hotel.
Por cierto, otra cosa que no te encontrarás son papeleras, bueno las hay pero pocas, por lo que tendrás que llevarte los desperdicios al hotel y tirarlos allí. Según la guía es algo normal allí, parece que desde el 11S se retiraron las papeleras para prevenir atentados.
Al pasear con el bus vemos los primeros 'pobres' de Japón, que también los tiene, en un parque a la sombra con todas sus cosas al lado.
Nos montamos en el bus y nos llevan al Hotel. Pero nosotros bajamos del bus y nos vamos andando a Akihabara. Sí, esto es no parar.
Akihabara
Akihabara |
Akihabara es el barrio de la electrónica de Tokio y yo diría que de Japón. Allí podrás encontrar casi todo lo que busques en electrónica y cosas relacionadas con el manga. Sólo hay una palabra para definirlo... IM-PRE-SI-O-NAN-TE.
Al pasear encuentras tiendas, una al lado de otra, de varias plantas, de todo tipo y más calles con más tiendas. Grandes cadenas de electrónica todo lo imaginable en cables, cámaras, ordenadores, electrodomésticos, televisores, material de informática, en fin, de todo. Yo estaba como un niño en una tienda de caramelos. jeje!
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Por cierto, en la entradas a la estación de Akihabara nos encontramos a unas chicas repartiendo publicidad vestida de una forma que a nosotros nos llama la atención pero que allí, a fuerza de verlo, como que ya no les resulta raro.
Lo curioso es que además por allí anda un tipo con su casco de segurata controlando que nadie le de por pasarse con ellas y además se asegura de que hacen su trabajo. Las veríamos más adelante en otros sitios pero las primeras las vimos allí.
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Repartidora de publicidad |
Andando llegamos, después de pasar la estación de tren de JR (Japan Rail), a Yodobashi, una de las grandes cadenas de tiendas dedicada a todo el tema de electrónica. El edificio es como el Corte Inglés pero solo de electrónica. Dispones de siete pisos dedicados cada uno de ellos a un tema en concreto. Desde telefonía a PC, video, etc., en fin, de todo. Subimos directamente a la planta de fotografía. Dios!, esto es el paraíso. Todo lo que quieras para tu cámara al alcance de la mano...jorrrr. Allí compro las primeras cosas para mi cámara fotográfica y veo como está el tema de precios.
De allí nos vamos andando para el hotel pasando de nuevo por el centro de Akihabara. Hago algunas fotos y a las 19:30 horas empiezan a cerrar los comercios. Comemos por el camino y nos vamos al hotel para descansar. Mañana será otro día.
Día 11 de agosto. Ghibli y Odaiba
Entrada al Museo Ghibli
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Hoy toca de nuevo tour organizado. Vamos al Museo Ghibli y a Odaiba.
La ida al museo por bus es un suplicio, el tráfico en Tokio es infernal.
El museo abre a las 10h con puntualidad japonesa, y en turnos de 2 horas va entrando gente al museo,
por lo que tu visita como mucho será de 2 horas. Y eso sí, tienes que reservar tu entrada con al menos un mes de antelación porque la visita está muy solicitada.
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Llegamos temprano y damos una vuelta por el parque donde está enclavado el museo, muy bonito pero lleno de mosquitos y
con un calor pegajoso importante. A las 10h estamos en cola, otra de las constantes en Japón. La verdad el museo es una coquetada, con una arquitectura particular,
vidrieras en las ventanas, todo muy "freaky". No te dejan hacer fotos dentro pero sí del exterior. El museo está pensado por y para los crios aunque algunos disfruten casi más que ellos.
Si no eres fan del trabajo de Hayao Miyazaki y el estudio Ghibli pues como que ni fú ni fá. |
Personaje de animación. Museo Ghibli
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Al entrar vamos a una sala donde proyectan una película de animación, de allí damos una vuelta por las salas. Lo dicho, para fans. Lo peor, la vuelta en bus y la ida a Odaiba. El tráfico sigue siendo infernal.
Tenemos que comer en el bus un obento, ¡Dios como odio ese invento maligno de los japoneses! Veréis, el obento es una cajita que te incluye toda la comida,
incluido el arroz blanco plastoso, además de algunas cosas más que depende del tipo de obento que hayas pillado, carne o pescado....
no es que esté malo sino que comerlo frío y en el bus y además en marcha pues como que no tengo palabras...
Edificio de la Fuji TV en segundo plano
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Llegamos a Odaiba y nos llevan al Tokio Big Sight, al Comicket. Eso sí, sólo para fans del tema manga y cosplay. La verdad una pesadilla de gente y de calor porque no hay aire acondicionado.
Y lo peor es que llegamos tarde por culpa del tráfico por lo que tendré que acortar la visita. Vaya con la organización del tour de marras.
Desde luego, como luego descubriré, moverte por tu cuenta es infinitamente mejor que ir en un invento de estos.
De allí nos llevan al Onsen de Oedo pero nosotros nos vamos a dar una vuelta por Odaiba. Pasamos por el museo de la Ciencia Marítima, el Telecon Center y la Ferris Wheel.
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Andando recorremos la orilla de Odaiba en dirección al Edificio de Fuji TV. Me paro por el camino para hacer unas fotos de la bahía y del puente Rainbow.
Más adelante vemos una réplica de la Estatua de la Libertad. De allí nos dirigimos al edificio de la Fuji TV, que es inconfundible con esa bola, donde está el observatorio en el piso 25.
Tras pagar la entrada subimos al ascensor hasta la planta 25 y entramos al observatorio de 270° sobre la bahía con unas vistas fantásticas.
Además, allí te encuentras algunas fotos y fetiches de los personajes más famosos de la cadena, eso sí en perfecto japonés, que la verdad no me suenan ni por asomo.
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Réplica de la Estatua de la Libertad
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Bahía de Tokio
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Al salir de allí entramos en contacto con el sistema de trenes de Tokio y nos montamos en el tren monorail sin conductor que circula por Odaiba para volver a donde está el bus para la vuelta al hotel.
La experiencia del tren muy buena, rápida y relativamente barato, nos ahorramos un buen paseo.
Ya de noche llegamos al hotel, nos refrescamos y planificamos la salida de mañana a Kamakura.
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Día 12 de agosto. Kamamura
La primera salida por nuestra cuenta. Nos vamos a Kamakura.
Salimos temprano del hotel y ponemos rumbo a la estación de JR de Akihabara. Al llegar vamos a las máquinas para comprar un billete
pero como es la primera vez que las usamos estamos un poco liados porque todo está en Japonés. Entonces se nos acerca un japonés, que haciendo gala de esa amabilidad propia de este pueblo,
pregunta hacia donde íbamos, le decimos que a la estación de Tokio. No habla inglés así que a trancas y barrancas se le hago entender.
El hombre muy amable nos hace ver que debemos sacar un ticket de 130 Yenes y se acerca con nosotros a la máquina, le ponemos el importe y
él nos saca el billete. Nosotros todavía medio flipados le damos las gracias varias veces y él solo sonríe nos hace una reverencia y se despide de nosotros.
Si señor, eso sí que es tratar bien al turismo. Esta son las cosas que te encontrarás en este país, lo dicho, alucinante, al menos a nuestros ojos.
Pasamos el ticket por el torno de entrada y vamos al andén y vamos en el tren en dirección a la estación de Tokio.
Llegamos sin problemas y salimos a la estación después de pasar por el torno de salida. Le preguntamos a un empleado del metro sobre el pase pero
no se aclara, le preguntamos por la oficina de billetes y nos dice que está en el exterior de la estación.
Así que nos ponemos a buscar la oficina de JR porque queremos comprar un pase para Kamakura de JR (Kamakura Enoshima Free Kippu),
que incluye el transporte hasta allí así como los trenes locales. Tras un rato, damos con ella, nos ponemos en cola y pedimos el Pass,
sin problemas pagamos y le preguntamos al que nos vende el billete el andén de salida, nos lo indica y llegamos allí.
Esperamos el tren y allí que nos montamos y tras una hora y 5 minutos llegamos a la estación de Kamakura.
Kamakura
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Salimos de la estación y compramos en un combini (supermercado de estos que hay del tipo de las gasolineras pero mejor surtido) agua porque el calor aprieta.
Empezamos a andar hasta encontrar una calle que nos lleva a la principal, pero allí nos paramos porque no sabemos la dirección exacta, miramos el mapa pero tampoco nos aclaramos así que saco la información que tengo de Kamakura con fotos de lo que queremos ver.
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Le preguntamos a un viejecito como llegar al templo Tsurugaoka Hachimangu y amablemente nos indica la dirección, la reverencia de turno y le damos las gracias en Japonés.
Andamos un rato y encontramos el torii que nos lleva al templo. Vamos andando hasta el recinto mientras lo vamos observando desde pequeños lugares habilitados al efecto.
Volvemos por donde hemos venido y por el camino vemos a la gente del grupo que va al templo que hemos dejado.
Seguimos para la estación de Kamakura, previamente nos perdemos un poco buscando la bocacalle que da acceso a la estación pero todo bien, prueba superada.
Una vez llegamos a la estación le preguntamos a la persona que está en la oficina de la estación como ir al Gran Buda enseñandole la foto de la información que llevo y el pase,
él nos dice que sí y nos dice que anden tomar, además nos da un plano de acceso en inglés de la red de tren de Kamakura. Nos vamos al andén y esperamos al tren local Enoden que nos llevará a la estación de Hase donde nos tendremos que bajar para visitar al Gran Buda.
Tras el merecido descanso volvemos por donde hemos venido y por el camino de ida vimos por una bocacalle mucha gente entrando por ella así que nos metemos por ella para ver que encontramos y casualidad hallamos el Templo Hase.
Una verdadera maravilla, vale cada Yen que cuesta la entrada, lo mejorcito que hemos visto hasta el momento.
Al llegar vemos a todos lo japoneses haciendo cola ordenadamente en las marcas pintadas en el suelo de anden para entrar en el tren, en este país guardan cola para todo pero eso sí, en su sitio.
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Llegamos sin contratiempos a la parada y seguimos a unos turistas japoneses que han tomado el tren al igual que nosotros y que se dirigen también al Gran Buda.
Tras unos 5 ó 10 minutos llegamos al recinto
Este es un templo de la secta Jodo que es famoso por la estatua de Kannon, la diosa de la misericordia/clemencia. La estatua muestra a Kannon con once cabezas cada una de las cuales representa un característica de la diosa, mide 9,18 metros de altura y es de madera dorada.
Kamakura
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Está considerada como una de las esculturas de madera más grande de Japón y puede ser vista en el propio templo.
Con la misma entrada puedes disfrutar de un estanque y jardín japonés con unas carpas grandísimas, no se que le darán de comer pero se ve que les sienta bien.
Desde el templo se puede disfrutar de una buena vista de la ciudad costera de Kamakura, en la terraza que está al lado del templo, por supuesto con sus máquinas de bebidas respectivas....
Junto a los jardines del templo y el estanque está Bentendo, una pequeña sala que contiene una figura de Benten (o Benzaiten), una diosa de la belleza femenina y la prosperidad.
La escultura de Benten y las de otros dioses menores se pueden encontrar en una pequeña cueva (Bentenkutsu) cerca de Bentendo.
Desde luego de lo mejor del día, una suerte haber dado con ello, totalmente recomendable.
Antes de dejar el lugar buscamos un sitio donde comer, encontramos un pequeño restaurante antes de llegar a la estación. Nos sentamos y elegimos los platos de la vitrina que tienen en el exterior con los platos de plásticos. Esto es normal, en Japón veras una reproducción de los platos y lo que cuestan, práctico, la verdad.
Nos pedimos una taza de ramen con carne y verduras muy picante, ¡qué bueno!, la comida genial, y además barato.
¡Ala!, pues rock'n'roll y nos vamos a Enoshima. Volvemos a montarnos en el tren y seguimos el viaje pero el cielo empieza a cerrarse. Al acercarnos a la estación de Enoshima empieza a caer agua, poco al principio pero conforme avanzamos cae más fuerte.
Llegamos al puente de 800 metros que une la costa con la isla pero ahí nos quedamos porque sigue cayendo. Decidimos volver a casita. Regresamos a la estación y de paso nos ponemos empapados.
Esperamos el tren y volvemos a la estación de Kamakura y de allí a la estación de Tokio, que, por cierto, estaba de gente a reventar;
tanta era que nos paramos a hacer unas fotos. Pillamos la línea JR Yamanote y nos vamos hacia Akihabara para ir al hotel y tomar una duchita.
Comer algo y vuelta al hotel para descansar de un largo día de turismo. Mañana más.
Día 13 de agosto. Harajuku y Shibuya
Hoy nos toca Tokio. Es domingo así que nos vamos a ir a Harajuku a ver a las Gothic Lolitas. Pero antes nos damos una vuelta por otros lugares de Tokio ya que salimos temprano del hotel.
Al llegar a la estación y como vamos a andar en metro bastante compramos un tarjeta de 1.000 Yenes para no tener que ir comprando billetes cada vez, eso sí con mucho estilo, que se note que tenemos dominado el tema del metro en Tokio. jeje
Primera parada Asakusa, en la línea Ginza, porque tenemos que comprar el pase para Nikko para el día siguiente. Tomamos el metro pero cogemos el tren en el sentido equivocado, dije que teniamos dominado el tema del metro, bueno casi, jeje.
Así que llegamos a la estación de Kanda por lo que nos bajamos y decidimos dar una vuelta porque según parece en esa zona hay muchas librerías y
mi compañera de viaje tiene algunos encargos aunque a las 8:30h de la mañana está todo cerrado. Preguntamos a un policía sobre el tema de las librerías pero nos indica que en esa zona no hay ninguna cercana por lo que decidimos tomar el tren en el sentido correcto y vamos a la estación de Asakusa.
Asashi Beer
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Tras salir de la estación, vemos el edificio de la Asahi, compañía que fabrica la cerveza Asahi.
No nos llama la atención porque la construcción tenga la forma y el color de una cerveza sino por la cosa, que vete tu a saber que es, hay en la otra parte del edificio. Os pongo una foto que lo atestigua.
Nos ponemos a buscar el sitio para comprar el pase para Nikko pero no damos con ello. Tras un rato dando vueltas lo vemos y entramos. Suerte que hay una persona que habla inglés y le comentamos lo que queremos hacer.
Todo correcto, nos dice el importe y nos da toda la documentación del pass y nos apunta que andén y que vagones tomar para llegar sin problemas. Genial, una cosa solucionada.
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La estación está situada dentro de unos grandes almacenes. Decidimos entrar a curiosear pero no abren hasta las 10h. Damos una vuelta por la zona y andando volvemos a llegar a las calles de Nakamise Dori en la que estuvimos hace unos días.
Paseamos y volvemos para entrar en el gran almacén, pero no encontramos lo que buscábamos por lo que decidimos irnos a Ginza.
Llegamos a la estación de Ginza y salimos a la calle tras un momento para situarnos, vamos viendo la zona y decidimos ir al Edificio Sony de Ginza. En la puerta tiene un acuario con todo tipo de peces.
Entramos para ver el edificio y sus distintas plantas. El edificio dispone de hasta una sala en la que un distribuidor de BMW muestra sus coches, ¡que caña!.
Aquí podrás encontrar lo nuevo de Sony en Japón y si te gusta comprartelo, dispone de personal que habla inglés.
A mí pues no me pareció nada del otro mundo y es que Akihabara marca mucho...jeje.
Seguimos dando una vuelta por la zona pero curiosamente está bastante desierta, hoy es domingo, para lo que se acostumbra en Tokio, mejor.
Vemos una librería enorme y entramos. Compramos unas revistas e increíblemente nadie del comercio sabe una palabra de inglés,
así que por señas y algo de comanche-inglés le hacemos entender que buscamos y al fin nos llevan a la sección en cuestión. Total, salimos y seguimos ruta.
Por el camino reponemos agua y buscamos una entrada al metro para ir a Harajuku.
De camino a Harajuku vemos algo que nos deja pasmados. Prueba de nivel. ¿Cómo maquillarse completamente en el metro?
Pues sí, es posible. La japonesa durante el trayecto sacó todo lo necesario del bolso, sólo le faltó sacar un conejo como los magos.
La criatura en cuestión se puso las pestañas postizas, se las rizó con ese raro instrumento creado por el diablo que sirve para ese fin,
se puso perfilador y sombra de ojos y sombra haciendo gala de un pulso de cirujano. Varias veces la ví con el lápiz clavado en el ojo, ¡qué susto!,
pero no contenta con esto se da maquillaje en polvo en la cara y por supuesto con el tren en marcha, increíble pero juro que lo vi, no fue un sueño.
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Harajuku
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Total, llegamos a Harajuku y salimos de la estación justo en frente de la Takeshita-Dori pero está llenísima de gente así que nos vamos al puente donde suelen estar las Gothic lolitas y
nos ponemos a ver el remolino de gente tirando fotos y haciéndose fotos con ellas, y claro nosotros no íbamos a ser menos...jeje.
Harajuku
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Cuando nos cansamos entramos en el Parque de Yoyogi, pero nos damos la vuelta porque es enorme y no vemos claro el camino a seguir.
Salimos y nos dirigimos al Santuario Meiji tras pasar por la Omotesando que está tanto o más concurrida que la Takeshita-Dori,
seguimos el plano y llegamos al santuario, está poco concurrido y, eso sí, las chicharras suenan bien fuerte. Visita y descanso correspondiente ya que el calor aprieta.
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Desde allí nos damos una vuelta por la Omotesando y hacemos algunas compras. Por cierto, encontramos el Bazar Oriental y allí compramos cosillas típicas de Japón a buen precio.
Vemos tiendas de las marcas más fashion en la zona. Decidimos comer cerca y tras una reparadora comida y descanso nos dirigimos a Shibuya.
En el metro vemos algo típico pero que no deja de llamarnos la atención, cómo los japoneses son capaces de quedarse dormidos nada más sentarse en el metro, y no uno ni dos, sino bastante gente. Vamos, que es empezar a andar y fritos, increíble.
Pero lo mejor es que a poco de llegar a su parada se despiertan y salen por la puerta como si nada, eso sí es alta tecnología, a ver si me entero donde ponen ese microchip...jeje
Llegamos a la estación y como es normal salimos por la puerta equivocada, nosotros buscábamos la estatua de Hachicko pero al final salimos por la salida contraria.
Damos una vuelta hasta encontrar la plaza de Shibuya con las pantallas de vídeo en los edificios y la estatua del perrito pero buscándolo nos topamos con unos sin techo que viven debajo del puente del metro.
A pesar de ser una sociedad tan adelantada no es capaz de darle un hospedaje a todo el mundo. Contrastes de este país. Total, que al final llegamos y, cómo no, vemos que para la próxima debemos tomar la salida que dice Hachicko Exit. Si es que no estamos en lo que estamos.
Una vez allí nos quedamos un rato viendo la cantidad de gente que se mueve por la calle y mientras tanto las pantallas de vídeo emitiendo anuncios y videos, todo muy alucinante.
El cruce que hay en la plaza es increíble, pasan cientos y cientos de personas cada vez que cambia el semáforo en todos los sentidos.
Pero hace un calor importante por lo que vemos un Starbucks y decidimos ir a tomar algo fresquito en un sitio agradable porque además tiene unas ventanas que dan a las plaza y se ve toda ella.
Hacemos cola para entrar y cola para poder subir arriba y sentarnos, cola siempre y muy ordenadita. Allí sentados pasamos un rato largo descansando.
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Shibuya
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Shibuya
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Cuando estamos un poco más frescos nos vamos a la estación de Shibuya y nos montamos en el tren para Akihabara. De nuevo voy a Yodobashi y compro alguna cosilla más, no puedo parar...jeje
De allí nos vamos al hotel, comemos algo y, ¡ala!, a la cama que mañana madrugamos, nos vamos a Nikko.
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Día 14 de agosto. Nikko
Hoy nos damos un madrugón y salimos en la línea Ginza a la estación de Asakusa. Llegamos con tiempo y montamos en el tren que nos llevará a Nikko.
Tal y como dice el billete en 2 horas y 5 minutos clavados estamos en la estación de Tobu-Nikko, son unos máquinas estos japoneses.
Salimos de la estación y preguntamos que línea de bus nos lleva a las cataratas Kegon, un amable empleado de la línea de autobuses nos lo indica y
allí que nos plantamos en la parada. Tomamos el bus y en marcha, ni que decir tiene que los autobuses en cuestión son la caña,
pantalla de video de TFT (por supuesto) anunciando cual es la próxima parada de la ruta en varios idiomas, chino e inglés incluido,
así como un panel indicándote cuanto te cuesta el billete según vas avanzando.
Antes de llegar a las cascada Kegon nos bajamos en la parada del Teleférico de Akechidaira y subimos en el.
El recorrido dura tres minutos a un mirador que hay en una montaña para ver una panorámica del lago, las Cascadas Kegon y la cascada Hirakumo. Las vistas muy bonitas merece la pena parar para verlas.
Kegon
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Cuando terminamos volvemos a tomar el teleférico para bajar y seguir camino. Nos vamos a la parada de autobús y
para hacer tiempo tomamos un refrigerio que nos habíamos llevado desde Tokio, pero casi antes de darnos cuenta aparece el bus, subimos y para las cataratas.
Al llegar a la estación de autobús de Kegon nos bajamos y sacamos el mapa, pero como siempre no sabes por donde ir así que recurrimos a un amable viandante que nos orienta correctamente para ir hacia las cataratas.
A medida que nos acercamos el estruendo que provoca el agua al caer se acrecienta y cuando llegamos al mirador nos quedamos alucinados, ¡vaya unas vistas!
El agua cae con tal fuerza que a esa distancia llegan algunas gotas de agua.
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Vamos a los miradores gratuitos para filmar y fotografiar las cataratas, después de un rato tomamos un ascensor que nos lleva a 100 metros por debajo de la plataforma normal en medio de la montaña y,
por unos pasadizos, por cierto bastante húmedos y fresquitos lo cual se agradece ya que rondaban los 20°C, llegamos al mirador inferior y este sí que tiene unas vistas ALUCINANTES de verdad, toda una maravilla, eso sí, aquí sí que llega agua pulverizada...jeje.
Son vistas mejores, si cabe, que las anteriores ya que el punto de vista es desde más abajo con lo que se aprecia mejor la caída de agua.
Después de algo más de un par de horas por allí decidimos comer algo en un restaurante local pero, claro, aquí el inglés nada de nada. Cuando las ganas de comer aprietan se busca uno la vida. Saco la cámara de fotos y le hago una foto al menú de plástico que queremos comer y subimos para arriba al restaurante.
Cuando llegamos la mujer que nos atiende me empieza a hablar en japonés así que le digo algo como 'nihon wakarimasen' (no entiendo japonés) le enseño la foto y ella tras identificar los platos lo teclea en la caja registradora; le pido cerveza en japonés 'biru' (esto sí lo entiende...jeje), teclea de nuevo y nos señala lo que nos cuesta la comida, pagamos y nos da unos tickets.
Nos sentamos y esperamos nuestra comida. Al rato aparecen con ella y nada a comer.
Tras volver de nuevo a la estación de autobuses y ponernos en cola alrededor de las 15h vemos a la gente del grupo con el que habíamos venido aparecer por allí, suponemos que vienen de los templos.
Montamos en el bus y para abajo, hay caravana y tardamos una hora en llegar hasta la zona de los templos, creía que casi no llegábamos.
Bajamos en la parada del Puente Shinkyo (justo a la entrada a la zona de santuarios), lo vemos y seguimos para arriba para llegar a la zona de los templos.
Son las 16h y cierran a las 17h, así que habrá que hacer una visita semi-relámpago.
Entramos y pagamos la entrada al templo de Toshogu, que es increíble. Junto con el resto de los templos de Nikko que se construyó como mausoleo del Shogun Tokugawa Ieyasu y
que sin duda son los mejores templos que vemos en todo Japón, además de que son los originales del siglo XVII y no han sido reconstruidos como el resto de los templos de Japón básicamente porque se han quemado ya que son de madera.
Dentro de Toshugu vemos el conjunto y los tres monos que según la leyenda representan la figura de "no ver, no oír, no decir cosas malas",
así como el gato durmiente, grabados en madera en los dinteles de una de las puertas que da acceso a la subida a la tumba del Shogun.
Lo dicho, los templos alucinantes. Seguimos la ruta del templo y llegamos a una subida a la tumba del Shogun Tokugawa Ieyasu
pero es una cuesta llena de escalones y decidimos no subir y ver el resto del conjunto.
En la salida nos encontramos a la gente del grupo esperando para entrar y son ya las 16:30h. Unas breves palabras que, por cierto, no están demasiado contentos como después sabríamos. Nosotros vamos para seguir la ruta de los templos.
Vamos al templo de Futurasan pero como queda poco tiempo vemos sólo el edifico principal que de por sí ya es impresionante.
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Nikko
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Desde allí bajamos al templo de Rinnoji y vemos el templo casi por los pelos, la verdad casi nos quedamos fuera pero un amable monje nos invita a entrar y hacemos la visita.
A las 17h terminamos la visita. Prueba superada. Eso sí, este conjunto de templos se merece una visita con más tiempo porque son impresionantes, a lo mejor en otra ocasión.
Bajamos de la zona de templos y volvemos a pie hasta la estación ya que hay bastante caravana en la carretera y queremos pillar el tren de las 18:10h, así que hacia allí nos dirigimos.
Por el camino empieza a chispear pero llegamos a tiempo para tomar el tren y a las 2 horas y algo estamos en Tokio, cogemos el metro y al hotel a relajarnos. Mañana más.
Día 15 de agosto. Kioto
Tras saber que la gente del grupo va a ir a Kioto en bus decidimos que no queríamos meternos más de doce horas en el cuerpo de carretera hasta Kioto (luego sabríamos que serían algo más de quince horas), así que nos levantamos tempranito y pillamos un taxi hasta la estación de Tokio donde canjearemos nuestro querido Japan Rail Pass para ir a Kioto en los Shinkansen (trenes bala) como unos señores.
Llegamos a la estación y vamos a la oficina de JR y tras los tramites de rigor nos dan el Rail Pass y le pedimos los billetes a Kioto.
Fácil y sin problemas. Nos dan asientos reservados y nos dicen el andén. Seguimos la bien señalizada estación y llegamos al andén en cuestión. Para asegurarnos le preguntamos a un empleado de la estación que nos confirma que efectivamente es el correcto.
Vemos en los paneles el anuncio de la llegada del tren y, como siempre, con puntualidad japonesa llega el tren, que se para justo en las marcas designadas de las puertas pintadas en el suelo del andén...que caña!.
Totamos en el tren, es espacioso, yo soy relativamente alto y no tengo problema para poner delante de mis piernas la maleta sin estorbar.
No sólo eso, el asiento de al lado va vacío, bueno, el vagón entero va casi vacío, al contrario de lo que nos dijo la persona que organizaba el viaje. Hay sitio para el equipaje sin problemas y
además pillar el billete ha sido juego de niños y para colmo el vagón vacío, cosa que nos confirmó otra pareja del grupo que también optó por ir en Shinkansen. Y esta gente en bus,en fin...
Una vez en marcha, por supuesto a la hora indicada, el viaje tarda 2 horas y 37 minutos clavados en un trayecto de unos 560 Kilómetros,
ya que vamos en los trenes Hikari, los Nozomi más rápidos y directos no entran en el rail pass pero tardan 30 minutos menos, y hacen 4 paradas en el trayecto.
El viaje, ni que decir tiene, que es cómodo y silencioso, además de tener servicio de catering durante el trayecto (de pago, claro) si quieres algo lo puedes comprar a una azafata que pasa con el carrito.
Una cosa curiosa, de las muchas, que nos llamó la atención es que tanto el revisor como la chica del catering tanto a la entrada del vagón como a la salida hacen una reverencia al pasaje, sí señor, que gente más educada.
Aparte cuando el revisor entra a pedir los billetes, además te suelta algo en japonés que por supuesto no entendí y su correspondiente reverencia al igual que cuando te pide el billete te lo sella y reverencia. La educación y el respeto lo primero, así da gusto.
Otra cosa curiosa en los Shinkansen es que pasa una azafata con una bolsa donde los pasajeros depositan todas la basura y desperdicios que puedan acumular porque los japoneses tienen la costumbre de comer su obento en casi cualquier lugar y el tren no iba a ser distinto.
Por la megafonía y en los paneles de cada vagón te va informando sobre las paradas tanto en japonés como en inglés, realmente cómodo y rápido.
Bueno, pues llegamos a la estación de Kioto, bajamos en el andén y vamos a la salida. Enseñamos nuestro billete y el rail pass y listo.
Lo que más nos impresiona es la estación de Kioto, ¡es una pasada!, enorme, tanto que en interior hay un hotel de superlujo y un gran almacén (Isetan), de 13 plantas, además de tiendas,
restaurantes y comercios varios.
Kioto
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Justo a la salida está la estación de autobuses y las entradas al metro de Kioto, además de la oficina de información turística, realmente cómodo.
Sacamos el plano para ir al hotel y no anda lejos de la estación así que tras preguntar para orientarnos a un policía, muy amable por cierto, nos ponemos en marcha y tras unos 10 minutos llegamos al hotel. Son las 11h de la mañana, ¿por dónde vendrán estos?, ¡que dolor!.
Le decimos en recepción que somos del grupo pero que hemos venido en Shinkansen y que si podíamos dejar las maletas en el hotel porque nos vamos de rule por ahí, sin problemas. Así que de nuevo para la estación, vamos a Himeji a darle caña al Rail Pass.
Una cosa que si notamos es el calor y la humedad que hace en Kioto y que nos acompañará durante todo nuestra estancia allí, bochornoso.
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Estamos en la estación y buscamos la oficina de JR para coger el billete a Himeji. Cola correspondiente, tras mostrar el Pass y decir donde queremos ir nos dan los billetes y como tenemos tiempo hasta que salga el Shinkansen nos vamos a visitar el Isetan a ver que tal.
El gran almacén es enorme, en las plantas de abajo (dos por debajo del suelo) tiene todo lo relacionado con comida, tanto fresca como recién cocinada, delante de tí ves a los cocineros haciendola, tras los cristales, pastelería. Una planta entera dedicada a los pasteles, son muy golosos incluso en pleno agosto.
Es la hora y nos vamos al anden en cuestión, ¡qué calor!. Llega el tren y montamos, ¡qué fresquito, de maravilla!. En una hora y algo estamos en Himeji. Al andar hacia la salida vemos la flechas que anuncian la oficina de información y allí nos plantamos, nos dan un plano e información de como llegar al castillo por lo que es famosa esta ciudad.
El castillo está a un kilómetro y medio de la estación pero como hace tanto calor subimos en un bus que nos deja más cerca del complejo. Es barato y algo de calor nos quitaremos.
Bajamos del bus y andando llegamos a la entrada al complejo. Tras pasar la puerta vemos el castillo, ¡sí señor, una pasada! Todo de color blanco y madera. El mejor de su estilo de Japón.
Pedazo de foto y hacia la taquilla para entrar.
Sigue haciendo calor, más incluso que en Kioto, gorra y gafas de sol, además de crema para el sol. Pagamos la entrada, compramos una combinada para el castillo y el jardín que sale más a cuenta, y pasamos al interior.
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Castillo de Himeji
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Vamos pasando por las calles empinadas y con muchos recovecos hacia el castillo para evitar en caso de guerra que tomaran la fortaleza, curioso la verdad.
Seguimos andando y llegamos a la torre principal donde te tienes que quitar el calzado y ponerte unas chanclas que te ofrecen o ir descalzo pero te dan una bolsa, reutilizada curiosamente, para guardar tus zapatos y que lo lleves contigo.
Subimos los 6 pisos pasando por las estancias del castillo que, todo sea dicho, está bastante vacío, apenas una espada, dos lanzas, algunas reproducciones, una armadura medieval japonesa, algunos sellos de señores feudales y poco más.
Total, que la caminata hasta arriba pues como que no merece la pena y con el calor que hace menos todavía porque sudamos lo que no está en los escritos.
Foto y para abajo pero a la voz de ¡ya!.
Bajamos y te encuentras con el sitio donde te puedes volver a poner tu zapatos y devolver las zapatillas que te prestaron junto con la bolsa......lo curioso es que hay una persona encargada de doblan y comprobar las bolsa de plástico.
Salimos y buscamos una tienda donde comprar alguna bebida fresca, nos hidratamos y nos sentamos a la sombra de unos árboles en unos bancos para descansar algo. Tras un pequeño ratito vamos a los jardines de Koko-en que están justo al lado del complejo del castillo.
Al llegar mostramos nuestro pedazo de entrada combinada y para adentro. El jardín en cuestión no es un jardín sino un conjunto de jardines donde incluso hay una casa de té.
La entrada promete, accedemos a un jardín japonés con su estanque, su puente y su cascada de agua todo verde y muy bien cuidado, precioso. Sólo esto ya merece la visita.
Jardines de Himeji
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El lugar debe ser una maravilla en otra época del año pero ahora, en verano, el calor hace la mayoría de las flores estén secas aunque el verde sigue estando por todas partes. Se nota que tiene mucho trabajo encima.
Cuando vamos para la salida nos encontramos a varias japonesas con sus kimonos que suponemos vienen de la casa de té.
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Nos vamos hacia la estación de tren con todo el calor del mundo para sacar el billete de vuelta. Llegamos allí y tras ver que tenemos tiempo vamos a dar una vuelta por un gran almacén que hay al lado de la estación y así al menos estamos fresquitos.
Al llegar la hora de salir volvemos al andén y allí esperamos el tren de vuelta a Kioto.
Llegamos casi sin contratiempos al hotel y digo casi porque salimos por otra salida de la estación y tenemos que darle la vuelta entera para ir a la puerta principal y es enorme.
Cuando llegamos preguntamos por la maleta y nos dicen que la han subido a la habitación y nos dan la llave. Subimos y vemos nuestra habitación, también de estilo japonés con tatami y futones, está bien.
Nos refrescamos y me voy al PC de abajo a descargar las fotos del día y estando allí pregunto en recepción si ha llegado el grupo y me dicen que no, que tienen la hora estimada de llegada sobre las 20:15h.
Bueno, sigo con lo mío y alrededor de las 21h empieza a llegar la gente. ¡Ostras, qué dolor! Casi 15 ó 16 horas en un bus, eso sí, espero que hayan visto los lagos y eso pero al hablar con ellos me comentan que sí, unos 10 minutos y lejos del mejor sitio.
Lo dejo porque veo que la gente anda muy calentita con el tema. Después subo a la habitación y nos arreglamos antes de ir a comer.
Encontramos un sitio pero nos dicen que a las 23h cierran y que son las 22:30h le decimos que sin problemas. Luego sabremos que a partir de las 11 de la noche la mayoría de los garitos cierran sino han cerrado antes.
Qué diferencia con Tokio. Pedimos la cena y vemos que en la carta tienen "Jamón serrano", ¡qué risa, Dios, estos japoneses! Por supuesto lo pedimos y cuando nos traen la comida nos tiramos a probar el jamón que no es de la mejor calidad pero viene en aceite de oliva y del bueno.
....ñam ñam.... ¡qué rico!.
Después de cenar vamos a un Starbucks y pedimos un helado de mango granizado riquísimo y para el hotel donde vemos a algunos compis comentando la jugada del día.
Cuando les contamos nuestro día empiezan a cambiar de color progresivamente, del rojo al morado pasando por el rojo intenso. Mucho autobús, la cosa se empieza a poner muy divertida, que susto.
¡Ala!, a dormir que ha sido un largo día.
Días 16 de agosto. Kioto
Hoy nos toca salida por Kioto con el grupo. Sobada de escándalo hasta las 8 de la mañana. Bajamos y desayunamos.
A las 10h todos al bus. La cosa sigue caliente. Vamos a Kiyomizudera o Templo del Agua Pura que es uno de los templos más venerados en Japón.
Fue fundado en 780 por la secta budista Hosso, una de las más antiguas de Japón, pero los edificios actuales son de 1633. En 1994 el templo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El templo está en una colina arbolada al este de Kioto y ofrece unas bonitas vistas de la ciudad desde su terraza. Bajo la terraza puede probar el agua de la cascada que da nombre al templo y que dicen que tiene poderes curativos.
Vemos el templo y cuando hemos dado una vuelta vamos en dirección a la salida.
El acceso al templo está plagado de tiendas donde venden todo tipo de recuerdos y comida. En la bajada hacia el bus pasamos por allí y compramos algunas cosillas para llevar a casa.
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Kiyomizudera o Templo del Agua Pura
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Después nos llevan a comer a un restaurante tipo buffet, comida japonesa claro. Desde allí nos dirigimos al Kinkakuji o pabellón dorado que es un templo Zen formalmente conocido como Rokuonji.
Rokuonji
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La construcción se empezó en 1.397 como nueva residencia del Shogun Ashikaga Yoshimitsu pero a su muerte en 1.408 se convirtió en un templo Zen.
El edificio actual data de 1.955 después de que un monje loco lo quemara en 1.950.
Se llama dorado porque está revestido de oro de 24 kilates y lo más impresionante es donde está situado, al borde de un lago refleja la imagen del edificio. Interesante, dorado y eso, no te dejan nada más que pasar por al lado, no se puede entrar.
Damos una vuelta por el complejo siguiendo la ruta trazada y llegamos a la salida donde como siempre te encuentras las tiendas en cuestión para comprar chucherías.
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Desde allí nos llevan a las cercanías de Gion y Pontocho, la zona antigua de Kioto donde hay calles estrechas repletas de bares y restaurantes y donde dicen que trabajan las Geishas y las Maikos, pero, claro, a las 4 de tarde como que no, y además con este calor... pues menos.
Total, paseo con el grupo a toda velocidad porque sólo tenemos una hora para recorrer el camino. ¡Dios!, siempre corriendo. Menos mal que el resto del viaje voy por mi cuenta.
Llegamos a donde termina la ruta apenas viendo las cosas porque no hay tiempo.
En la zona donde está el bus se localiza el templo de Chion-in pero está cerrado al público así que sólo por fuera. Al bus y en ruta de nuevo.
Nos llevan al Parque del Palacio Imperial donde veremos el Daimonji. Existe una costumbre que consiste en quemar unas teas en pleno monte en los alrededores de Kioto formando unas letras en japonés. Curioso.
Vamos, como está la cosita en España, ven esto y les da algo a los encargados del tema de incendios.
Antes de salir del bus nos dan un obento y una botella de agua. ¡Dios, cómo odio estas cosas! Vamos al parque y, casualidad, veo a unos fotógrafos con los trípodes montados y unos equipazos de muerte (cámara de fuelle incluida) y
digo: pos ala aquí me quedo yo también a tirar fotos. Al principio me miran raro como diciendo que querrá este. Saco mi trípode y entonces los veo como diciendo: anda, mira... si también tiene para tirar fotos.
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Daimonji
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Saco mi modesta Canon 350D y mi sigmita y se acerca uno a mirar el conjunto, claro pensaría, bueno, está bien como juguete... jeje... Ellos con esos pedazos de teleobjetivos y yo pues como con el equipo básico de batalla para el viaje.
Saco mi disparador de cable y monto el tinglado. Uno se acerca y mientras estoy por allí mira por el visor y me dice: "no, no" y me señala el Palacio Imperial dándome a entender que encuadrara al Palacio también.
Me invita a que mire por su pepino de cámara con ese pedazo de tele, lo hago y desde luego es una pasada, menudo cañón tiene el tío. Un poco acomplejado como que le doy las gracias y sigo a lo mío.
Me voy a un banco del parque y me pongo a comer. Va oscureciendo y cada vez hay más gente. A las 8 de la tarde suena una sirena y la cosa empieza.
Foto va y foto viene, se hace lo que se puede con lo que se tiene. En fin, 15 minutos más tarde suena otra sirena y empieza todo el mundo a desaparecer, eso sí, muy ordenadamente.
Voy desmontando el equipo, lo meto en la mochila y nos vamos al bus para volver al hotel, que mañana madrugamos.
Día 17 de agosto. Hiroshima
Hoy salimos para Hiroshima. A las 6h estamos en marcha, nos vamos a la estación y pillamos el billete pero sale el tren hasta las 7:20h. Un par de horas después estamos en Hiroshima.
Decidimos ir tempranito a ver Miyajima una isla que es famosa por el santuario de Itsukushima que junto al torii (puerta) flotante que
permanece en la entrada de la isla durante la marea alta tiene una buena visita, así que para allí vamos.
Tomamos un tren local hasta la parada (30 minutos) donde cogeremos el ferry que nos lleva a la isla (10 minutos de barco). Todo este trayecto lo realizamos utilizando nuestro Rail Pass sin tener que pagar nada más.
Desde el ferry vemos el Torii y llegamos a la isla donde hay cantidad de ciervos sueltos por allí nada más salir del embarcadero y están más que acostumbrados a que la gente los alimente por lo que te puedes acercar a ellos y acariciarlos si quieres.
Yo mantengo las distancias con estos bichos, más que nada por si las moscas, tu allí y yo aquí, jeje.
Miyajima
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Damos una vuelta por la isla, vemos desde el templo de Itsukushima el torii más de cerca desde el muelle de madera que tienen allí para tal fin.
Alguna gente baja a la playa para llegar hasta el torii por la arena pero nosotros como que no y desde allí vamos hasta el templo de Daiganji, Sensokaju y la pagoda de 5 pisos,
pero no subimos al monte Misen, demasiado calor para ello.
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Total, que decidimos ir a Hiroshima y en el camino al transbordador vemos a unas chicas y chicos de Barcelona del grupo que han decidido hacer lo mismo que nosotros, los saludamos y seguimos camino.
Tomamos la ruta de vuelta y llegamos a la estación de Hiroshima.
Una vez allí salimos a la calle y preguntamos en la oficina de información como llegar al Parque de la Paz y a la Cúpula de la bomba atómica que es uno de los pocos edificios que sobrevivieron parcialmente en el epicentro de la explosión atómica
y que es el antiguo salón de la promoción industrial. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Nos informan que podemos ir en tranvía hasta allí.
Preguntamos en la oficina del tranvía y nos dicen que nos montemos en el número 2. Eso hacemos y vamos hacia allí. El tranvía se detiene, bajamos y justo al lado empieza la visita.
Entramos a un pequeño parque. Nada más entrar está el Bomb-o-dome, parcialmente destruido. Lo vemos y seguimos andando al lado del río hasta llegar al punto señalizado donde estuvo el epicentro de la explosión nuclear.
Cruzamos un puente y vemos un monumento erigido en recuerdo a los niños que murieron por la explosión.
Luego pasamos y vamos a la oficina de turismo por planos y demás información que, por cierto, está en español.
Seguimos andando y entramos al Parque de la Paz. Llegamos al monumento que mantiene una llama encendida hasta que no existan armas nucleares en este mundo.
Desgraciadamente me parece que no se apagará nunca, visto lo visto como está la cosa.
Llegamos al Cenotafio por las víctimas de la bomba atómica con la cúpula de la bomba atómica de fondo.....la verdad se te pone la carne de gallina al pensar lo que aquí paso....
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Hiroshima
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Entramos al museo donde puedes alquilar, si quieres, unos auriculares con guía en varios idiomas para recorrer el museo.
Vemos las salas, algunas son bastante duras ya que reproducen escenas bastantes escabrosas de lo que fue la explosión nuclear y sus consecuencias,
así como ropas y enseres varios de la gente que se encontraba en la ciudad en aquellos momentos.
Hiroshima
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Hay una piedra en la que quedó impresa la sombra de una persona, dicen que podía ser una mujer, que literalmente se volatilizó como consecuencia del calor que se produjo.
En fin, algo que todo el mundo debería ver para tomar conciencia del peligro de las bombas atómicas.
Con el alma algo encogida pasamos por el monumento a las víctimas pero sin detenernos, ya tenemos bastante por hoy, así que nos dirigimos en tranvía hacia la estación de Hiroshima para volver a Kioto.
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Al llegar a la estación topamos con una empleada de JR con bastante malas pulgas, por cierto, la única que nos encontramos en todo nuestro viaje. Nos informa, en un pésimo inglés peor aún que el mío, que ya es decir,
que todos los asientos para Kioto en los Shinkansens están vendidos y que no hay sitio. Lástima no haber reservado el billete esta mañana pero hasta ahora no había sido necesario, así que le digo que si hay asientos libres en el Nozomi,
pero nos mira raro como diciendo ¿sabrán estos qué tienen que pagar el billete? Le digo que sí, mira en el ordenador y me dice que sí, que hay asientos y que son 10.000... literalmente... 10.000 Yenes...jeje.
Le digo OK, dame los billetes, ella se pone a la obra, saca los billetes, los pagamos y nos vamos a comer y a dar una vuelta porque tenemos tiempo hasta la hora de salida.
Comemos y tomamos un café en una cafetería en la estación, bueno, lo del café en Japón merece un párrafo aparte, jeje.
El café en Japón, por llamarlo algo, incluso en las cafeterías donde te enseñan orgullosos esos paquetes de café de todo el mundo, es poco más que aguachirri con un ligero sabor a café. En fín, ¡qué se le va a hacer!
Nos montamos en el Nozomi, el tren bala más rápido de la gama, para Shin-Osaka donde hacemos transbordo en un Hikari hasta Kioto. Ya estamos en casita, pedazo de vueltazo por la estación de Kioto y subimos al mirador que hay que además es gratis.
Cenamos por allí y de regreso al hotel.
Día 18 de agosto. Osaka
Hoy día de relax y nada de madrugar, después de tanto templo nos vamos a Osaka. A ver tiendas y pasear tranquilamente por Osaka.
Con 2,5 millones de habitantes Osaka es la tercera ciudad con más población de Japón y la segunda más importante del país.
Desayunamos tranquilos y nos vamos a la estación de Kioto a por los billetes para Osaka y de paso pedimos los billetes de vuelta a Tokio para el día siguiente por la mañana, por si las moscas.
Subimos a un tren rápido hacia Osaka y tras 35 minutos estamos en la estación de Umeda en Osaka. Buscamos la oficina de información, la persona encargada nos atiende en inglés y nos da información de la ciudad para ver cosas y como movernos por ella.
Nos pregunta de dónde somos y nos da un folleto en español. El servicio es genial e incluso nos ofrece unos cupones descuento para el Umeda Sky Building además de decirnos que podemos conseguir unos tickets de tren que hoy además están de descuento para movernos por todo Osaka.
Esto sí es un bien servicio de información.
Al salir de la estación vemos un Yodobashi y entramos a dar una vuelta. Salimos y nos disponemos a ir al Umeda Sky Building. Es un edificio espectacular en el distrito de Kita de Osaka, cerca de las estaciones de Osaka y Umeda.
Es también conocido como la "Nueva Ciudad de Umeda". El edificio, de 173 metros de altura, consta de dos torres principales que están conectadas entre sí por el "Observatorio del jardín flotante", en el piso 39 y
desde allí se disfruta de una gran vista de la ciudad.
Preguntamos como llegar y nos informan medio en inglés medio en japonés así que ponemos manos a la obra y salimos para allí pero nos perdemos y terminamos dando un rodeo.
Un edificio tan alto es fácil de localizar por lo que llegamos al final perfectamente. Entramos en el edificio y preguntamos donde está la entrada al observatorio y
nos indican como ir así que para allá vamos. Subimos y las vistas son geniales, se ve Osaka entera.
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Osaka
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Salimos del edificio y regresamos a la estación de Umeda y tomamos el metro hasta la estación de Namba y allí vemos que hay unas galerías comerciales subterráneas enormes así que decidimos dar una vuelta.
Es enorme, con cantidad de tiendas y restaurantes de todo tipo y además se está fresquito por lo que comemos allí mismo.
Después salimos al calor de la tarde de Osaka, nos situamos y ponemos rumbo a Dotombori y Shinsaibashi, damos una vuelta por las calles que, afortunadamente, dispone de un sistema similar al de Asakusa por lo que se pasea agradablemente.
Entramos por curiosear en una tienda de 100 Yenes, ¡qué caña!, buscamos una camiseta de Adidas con inscripciones en Japonés que le hemos visto a un compañero del grupo y que nos ha gustado mucho pero vamos... misión imposible.
Seguimos paseando y viendo la zona cuando nos cansamos subimos el metro y vuelta a Kioto. Llegamos temprano y nos vamos al hotel a refrescarnos y descansar un rato antes de prepararnos para ir a cenar.
Día 19 de agosto. Nara
Hoy Nara. También salimos tarde porque no hay prisa, desayunamos en el Hotel y tomamos un tren local rápido hasta Nara y en algo más de media hora estamos allí.
Vamos a la oficina de información donde nos dan unos mapas y preguntamos como ir a la zona de templos y nos dicen que a pie o en bus, pues con el calor que hace va a ser en bus.
Cogemos el bus que nos han indicado y vamos al templo de Todaiji.
Todaiji, Gran Templo del Oriente, es uno de los más famosos e históricamente significativos de Japón y es punto de referencia de Nara.
Fue construido en 752 como el templo central de todos templos budistas de Japón y creció tanto que la capital fue cambiada de lugar de Nara a Nagaoka en 784 por su influencia sobre los asuntos del gobierno.
Todaiji alberga la estatua de buda en bronce más grande de Japón con 16.2m (Daibutsu) y además también es el edificio de madera más grande del mundo, aunque la reconstrucción actual de 1.692 es solamente dos tercios del tamaño del templo original.
El Daibutsu, el gran buda, es grande de metal y enorme, al menos eso me parece a mí. Damos una vuelta por el recinto y tras la fotos de rigor nos sentamos para descansar un rato.
Es curioso pero en un lateral puedes ver lo que dicen son las zapatillas del Buda, eso sí enormes, acorde al tamaño de la escultura. jeje.
Nara
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Al llegar allí empezamos a ver los ciervos de nuevo, así que vamos al templo y vemos que efectivamente es enorme.
Pagamos la entrada y entramos en el complejo. El interior es impresionante y el gran buda es enormeeeeeeeeee. Sí señor, merece la visita a Nara.
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Una vez salimos nos dirigimos a pie al Santuario Kasuga Taisha que está en el mismo parque que el resto de los templos de Nara (casi todos).
Fundado por la familia Furiwara en el 768 y es uno de los santuarios shinto más famoso del país. Los edificios lacados de bermellón contrastan con el verde del entorno del bosque donde está situado.
Localizado al pie de una colina donde hay manadas de ciervos y el acceso al templo está flanqueado por cientos de faroles.
Es pequeño pero muy bonito y además cuenta con varios edificios más repartidos por el bosque alrededor del templo y todo ello aderezado con algunos ciervos por medio de los faroles, ¡una pasada!
En el aparcamiento de la zona vemos un bus y le preguntamos al conductor si pasa por Kofuku-ji y nos dice que sí, que son ciento y pico yenes, le decimos que sin problemas.
Nos montamos y volvemos en bus y el conductor al llegar y ver que no nos bajamos se gira y nos avisa para bajar. Pagamos, bajamos y vamos a dar una vuelta, pero sólo quedan en pie un par de pagodas de 3 y 5 pisos por lo que nos dirigimos a la parada de autobús y
montamos en uno para ir a la estación de Nara.
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Nara
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Llegamos y vamos en el tren hasta Kioto porque queremos ir a Fushimi Inari y el tren rápido no para en la estación de Inari. El tren local no es una opción ya que puede tardar lo que quiera así que optamos por ir a Kioto y
allí tomar uno local hasta Inari que está a dos paradas de Kioto. En menos de 10 minutos estamos allí. Cómo me gusta el sistema de trenes de Japón.
Ya en Inari entramos en un combini (supermercado de barrio donde puedes comprar de todo) y compramos agua y algo para picar. Vemos un torii gigante y pensamos que ese el camino correcto y no nos equivocábamos. Subimos y encontramos un sitio donde descansar y tomar lo que nos hemos comprado en el combini.
Después de descansar seguimos y vemos el templo, preguntamos en una tienda si vamos bien y efectivamente, llegamos al camino lleno de torii (puertas) que sube la montaña.
Como llegar arriba del todo es casi 2 horas de caminata y hace bastante calor subimos el primer tramo y nos volvemos. Vamos a la estación y volvemos a Kioto tempranito.
Al llegar a Kioto damos una vuelta por el Isetan buscando la dichosa camiseta pero nada no hay suerte. Volvemos al hotel y salimos a cenar, mañana vuelta a Tokio.
Día 20 de agosto. Vuelta a Tokio
Nos levantamos a las 7:30h y preparamos para irnos a Tokio. Compramos unas cosillas para el viaje y tomamos el tren a las 8:32h. Vaya, el Fuji está cubierto así que no hay foto, que se le va a hacer.
Al llegar a la estación de Tokio cogemos un taxi para ir al hotel pero el taxista no tiene ni idea de como llegar por lo que se pasa todo el viaje consultando un mapa para ver por donde queda ya que le doy la dirección que tenía apuntada pero no las tiene todas consigo.
Al final no acierta pero por poco, yo reconozco la calle, así que para el taxímetro y se baja a preguntar, yo le digo que se por donde ir y le indico como seguir. Efectivamente, damos con el hotel, pagamos y subimos a la habitación a dejar la maleta. ¡Ala!, de rule por Tokio que hay que aprovechar el día.
Vamos a Shibuya a buscar la maldita camiseta y como tenemos el Rail Pass el tren nos sale gratis. Ya es cuestión de honor, o la encontramos o la encontramos. Entramos en varios grandes almacenes y nada, al final acabamos en el Shibuya 109.
En la planta de deporte preguntamos a un dependiente que no habla demasiado inglés pero se entera de lo que buscamos y
nos dice que no las tienen que las han vendido todas porque es una camiseta muy popular, vaya que mal. Total, que le preguntamos si sabe donde la podemos hallar pero no se entera y habla con una compañera que sí que habla inglés y le explicamos. Nos pide un plano y nos señala tres sitios donde podemos buscar,
dos relativamente cerca y otro en Harajuku, pero sabemos donde está porque estuvimos en esa zona hace unos días.
Plano en mano me pongo las pinturas de guerra de explorador y buscamos en las dos tiendas, pero no hay suerte. Cogemos el tren de nuevo para Harajuku.
Salimos y vemos que la cosa está más tranquila, hay menos gente. Vamos por la Omotesando y damos en la diana, encontramos el tercer sitio la Concept Shop de Adidas en Harajuku.
Entramos y empezamos a mirar, de pronto escucho a mi compi dar un grito...EUREKA...la hemos encontrado. Prueba de nivel superada, jeje.
Se acerca un dependiente y le contamos toda la odisea, el japonés como que lo flipa en colores y nos pregunta si la queremos,
por su supuesto le decimos que sí, previamente le pregunto como va el tema tallas y nos llevamos las más grandes. Le interrogo sobre los Kanjis en japonés (letras del alfabeto japonés) sobre su significado.
Me dice un momento, se va y al poco vuelve y me lo dice. Nosotros más felices que unas castañuelas pagamos y nos vamos. Para celebrarlo nos vamos a tomar una reparadora comida y nos pegamos un ratito de descanso en el restaurante al fresco.
Luego salimos y volvemos a Shibuya pues quiero hacer unas fotos de las pantallas gigantes de noche así que como queda tiempo nos dedicamos a dar una vuelta por allí y nos metemos en Tower Records a ver música, de allí salimos y vemos una manifestación.
No me preguntes que querían, ni idea, eso sí algunos con cámara en mano filmándola y otro con un portátil y una webcam para supongo subirla a Internet.
Van escoltados por la policía y todos ordenadamente por la calle no son más de 40 ó 50. La peña se queda flipada y nosotros más pero pasan y todo el mundo a lo suyo.
Hago las fotos y vuelta a Akihabara. De allí volvemos al hotel y por el camino cenamos.
Día 21 de agosto. Yokohama
Yokohama
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Desayunamos y nos vamos a Yokohama en tren. Desde la estación enlazamos con el metro local, la línea Minato Mirai y
bajamos en la parada donde está el Landmark Tower (296m), uno de los edificios más altos de Japón que por supuesto tiene un mirador desde el que puede ver todo Yokohama,
Kamakura y en días despejados el monte Fuji pero no es el caso de hoy.
Subimos a la terraza del observatorio del edificio, el "Jardín de Cielo" en el piso 69 (235m) en el ascensor más rápido del mundo (750 metros por minuto),
va tan rápido que se me taponan lo oídos por la presión. Las vistas geniales, merece la visita.
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Bajamos y tomamos el metro para ir al barrio chino y al parque Yamashita desde donde hay unas vistas de la zona de Minato Mirai fantásticas.
Pasamos frente al faro Marine Tower que tiene 106 metros de alto y es uno de los más altos en el mundo, las plataforma de observación de dos pisos situadas a 100 metros dan una vista panorámica de 360°.
Pero la verdad después de estar en el Landmark Tower como que no, así que seguimos camino y de allí vamos al barrio chino de Yokohama uno de los más grandes fuera de China, o eso dicen.
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Yokohama
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Yokohama
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Damos una vuelta por el barrio y la verdad es que tampoco es para tirar cohetes, aparte que comer allí nos parece caro,
así que tomamos el metro y de vuelta a Tokio. Vamos comer a Harajuku y de allí a Akihabara donde compro alguna cosilla.
Volvemos al hotel. Mañana será nuestro último día en Japón, esto se va acabando...
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Día 22 de agosto. Tokio
Ultimo día en Tokio para poder irnos por ahí ya que mañana nos vamos.
Nos levantamos a una hora decente (7:30h) y bajamos a desayunar tranquilamente, cogemos el metro hasta Shinjuku, por cierto la estación es enorme y dicen que la de mayor tráfico del mundo,
para ver la zona ya que nos faltaba por ver. Vamos al Ayuntamiento donde hay un mirador y además gratis, está bien pero los hemos visto mejores.
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Shinjuku
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Damos una vuelta al barrio y vemos algunas de la tiendas de Akihabara, por aquí también y tras un rato por allí tomamos el metro y vamos a Ueno.
Allí nos tomamos algo fresquito en un Starbucks y enfilamos al parque para ir al Museo de Nacional de Tokio. Atravesamos un parque con grandes zonas de deporte y otros museos.
Al llegar pagamos la entrada y vamos a ver el museo, según la Lonely Planet es el único museo que merece una visita pero la verdad es decepcionante. Posee pocos fondos, vamos, que da penita, ni siquiera la zona donde está expuesta Japón merece la pena. Nos vamos de allí.
Volvemos al metro y vamos a Harajuku donde comemos y damos una vuelta. Compramos alguna cosilla de última hora y volvemos al hotel para terminar de preparar la maleta para mañana ya que salimos muy temprano.
Cenamos y a la cama pronto, mañana será un día muy largooooooooooo......
Día 23 de agosto. Vuelta a España
¡Ala!, las 5h de la mañana y ya en pie, a las 6h salimos para Narita para volver a España.
Nos recogen y tras meter las maletas en el bus nos vamos al aeropuerto, acojonados por las noticias sobre el tema del equipaje en los aeropuertos desde lo de Londres.
Llegamos allí y el conductor abre las puertas del bus y autoservicio..., encuentra tu maleta y búscate la vida.
Cogemos un carro y entramos en la terminal. Allí chorropotocientos mostradores para facturar las maletas, vemos a una japonesa que indica al grupo por donde ir y allí que nos vamos detrás de todo el mundo.
Nos ponemos en cola y al llegar a la entrada de los mostradores el primer control de seguridad de las maletas, le ponen un sello y al mostrador. La del mostrador de JAL empieza a teclear pero vemos que toda la peña pasa y nosotros seguimos allí.
Luego, tras un rato, nos informa que el billete de mi compi de viaje tiene en el apellido una letra cambiada y que no puede darnos las tarjetas de embarque de Amsterdam - Madrid, le pedimos que por favor haga lo posible.
Se va y consulta varias veces con su supervisora pero al final nos dice que lo siente pero que no podrá dárnoslas y que en Amsterdam busquemos un mostrador en la zona de transito y que allí nos la podrán dar.
Empezamos bien, un poco acongojados vamos a la zona de embarque, pasamos los tramites de aduana y tal.
¡Ostras!, si al menos alguien de la agencia nos hubiese acompañado, cierto es que vino uno al hotel pero vamos para contarnos y poco mas,
y hubiésemos facturado como grupo seguro que no hubiese pasado nada con nuestro billete, además que todo Dios desperdigado por Narita, mal, muy mal.
Menuda organización, maravilloso viaje en grupo...
Una vez allí le comentamos a unos compañeros de fatigas del grupo lo que nos pasa, claro con un cabreo monumental porque además nos aseguraron que no había que cambiar el billete ya que no ocurriría nada.
Irene (gracias cariño, eres un solete, más maja ella) que dispone del teléfono en Japón de la persona que organiza el viaje se pone en contacto con ella y nos comenta que tratará de ponerse en contacto con alguien para intentar de solucionarlo.
Nos montamos en el avión tras esperar unas tres horas ya que llegamos temprano para evitar peloteras varias, nos quedan 12 horas de avión hasta Amsterdam más el resto del trayecto a casa. Pensamos que ya no hay remedio y al llegar allí tenemos que salir volando para buscar el dichoso mostrador.
Pasamos el vuelo lo mejor posible, dentro de lo que cabe porque el sitio es poco y la comida peor. Dormimos algo y todavía con los nervios de no tener la puñetera tarjeta de embarque nos ponemos en lo peor y pensamos que nos quedamos tirados en Amsterdam, bueno es una bonita ciudad para pasar un par de días. :)
Al llegar desembarcamos lo más rápido posible, pero ¡sorpresa! hay alguien con un cartel con nuestros nombres en la misma salida de la puerta del vuelo de Tokio.
Menuda sorpresa, desde luego agradable. Alguien se ha puesto las pilas para arreglar el tema y nos dan nuestras tarjetas de embarque y nos dicen donde tenemos que embarcar y a que hora además del tiempo para llegar allí (unos 20 minutos a pie).
Pues gracias a quien fuera, pffffffffffff! que descanso, con nuestras tarjetas de embarque en la mano nos dirigimos a la puerta embarque de Iberia para el vuelo de Amsterdam - Madrid.
Allí esperamos una hora y pico y como no ya estamos cerca de casa el vuelo se retrasa, jeje, que raro... Al pasar por el checking para embarcar la chica de Iberia pone cara rara y nos dice que hay un problema, le digo que sí que sabemos el tema de la famosa letra cambiada.
Se lo piensa y nos deja pasar pero nos dice que como es de vuelta que no hay problema y que para otra vez que pidamos el billete con el nombre bien.
A buenas horas, no te preocupes no vuelve a pasar.
Llegamos a Barajas a la T4 y enfilamos a recoger el equipaje, la siguiente duda del viajero de avión: ¿llegará mi equipaje? Pues en este caso sí, afortunadamente.
Llamamos a casa para avisar que estamos en España y que todo sin contratiempos, casi. Vamos para la salida tras despedirnos de los compañeros que han llegado hasta Madrid con nosotros, más majos todos. :)
Salimos de la terminal y como no podemos enlazar con el vuelo a Málaga habíamos reservado habitación en un hotel en Madrid, nos recogen en una furgoneta y nos llevan al hotel.
Tras recoger la llave y subir a la habitación me pego una ducha y caigo redondo en la cama. Mañana más.
Día 24 de agosto.
Son las 6 de la mañana, nos vamos a barajas en la furgoneta del hotel para coger en avión para Málaga que sale a las 7:35h, facturamos, desayunamos algo y al avión.
Una vez dentro el comandante del vuelo nos informa que vamos a salir con retraso, vaya, estamos en casa no hay duda. Despegamos casi media hora más tarde.
Al llegar a Málaga nos informan que hay niebla y que hay poca visibilidad en el aeropuerto, el piloto intenta aterrizar pero aborta el aterrizaje y nos vamos. ¡Qué susto!
Nos vuelve a informar que nos desvían a Granada hasta que mejoren las condiciones, bueno que se le va a hacer. Allí al llegar no nos dejan bajar del avión porque la cosa tiene visos de mejorar en breve tiempo así que nos aparcan en la pista y nos permiten que llamemos a casa para avisar.
Dos horas más tarde seguimos en el avión esperando que nos dejen volver al aeropuerto de Málaga donde hay cola para aterrizar por el retraso de todos el resto de los vuelos.
Tras repostar nos avisan que volvemos a Málaga. A las 12h llegamos a Málaga al fin, tres horas tarde pero hemos llegado. Pillamos el equipaje y a casa, ¡pufffffff... qué ganas tenia de llegar!
Bueno, pues hasta el año que viene, Japón es sólo un recuerdo de unas magníficas vacaciones.
Embajada de Japón en España
C/ Arturo Soria, 201 - 1o A - 28043 Madrid.
Telf.: 91 510 2867 Fax: 914157067
Web Embajada Japón
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Torre de Tokio
Jardín del Palacio Imperial
Sensoji, Asakusa
Akihabara
Repartidora de publicidad
Entrada al Museo Ghibli
Personaje de animación
Edificio de la Fuji TV en segundo plano
Réplica de la Estatua de la Libertad
Bahía de Tokio
Kamakura
Jardines en Kamakura
Asashi Beer
Harajuku
Harajuku
Shibuya
Shibuya
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Jardines de Himeji
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Hiroshima
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Nara
Yokohama
Yokohama
Yokohama
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